Blogia
Noticias en línea

Emigran tras un sueño de Esperanza y Progreso

Emigran tras un sueño de Esperanza y Progreso

Escrito por Clarissa Altamirano

Hablar de migración, es hablar de expectativas, sueños, aspiraciones, dolores, frustraciones y hasta desapariciones y muertes.

Podría decirse que Centroamérica es una región de migrantes, además de ser el corredor de los migrantes de los países del sur, que viajan con destino a los Estados Unidos, abrigando sueños y esperanzas.

Nicaragua y la región del occidente del país no son la excepción. Los migrantes nicaragüense sostienen hogares, tanto en las zonas urbanas como rural. La población migrante en el occidente del país, ocupa el segundo lugar de migración, después de Managua.

El 85 % de las familias chinandeganas tiene algún familiar migrante. “Y si preguntamos ¿quiénes quieren irse? el 90 % quiere irse”porque no encuentran en nuestro país condiciones ni oportunidades de trabajo ni para ellos ni su familia. En la zona rural, la mayoría de las mujeres ha tenido que emigrar como una alternativa para mantener sus hogares, según refleja un estudio realizado por el Servicio Jesuita para el Migrantetitulado Migración y remesa.

En occidente, las familias de migrantes tienen testimonios que ofrecer sobre el éxito o el sacrificio de sus parientes, quienes un díase fueron en busca de sus sueños.

Recientemente, una caminata de madres, esposas, compañeras y hermanas centroamericanas, recorrieron los países del norte hasta llegar a México con la esperanza de reencontrarse con sus parientes, que hace algún tiempo abandonaron su terruño y nunca más han dado señales de vida. Unas tuvieron suerte, otras volvieron desconsoladas y con el corazón profundamente herido.

Entre los testimonios de los familiares de los migrantes, escuchamos historias inverosímiles. Una de estas historias es la que nos relata Virginia Moreno Castro, residente de Chinandega, llevaba 4 años buscando a su hijo Luis Orlando Cáceres Moreno (30), quien desde entonces había partido a El Salvador , con la esperanza de encontrar mejores condiciones de vida. Recientemente la madre viajó a ese país a buscar a su hijo, pero no lo encontró.

El primero de Octubre 2012, Virginia vivió su peor drama. La vida le jugaba una mala pasada:le informaron que su hijo Luis Orlando había muerto. 

Con muchos sacrificios, y con el apoyo de la Casa del Servicio Jesuita del Migrante, en Chinandega, contactaron con la funeraria de San Miguel, en El Salvador.

La esperaron en Amatillo, frontera de El Salvador, y la llevaron a la morgue donde se encontraba el cadáver de un joven, casi irreconocible, a quien habían asesinado a disparos y dejado en un predio.

Para repatriar los restos, la familia agotó los pocos recursos económicos que tenían hasta completar 1,800 Dólares. Doña Virginia lloró y sepultó el cadáver del joven identificado como su hijo Luis Orlando le sepultó.

Virginia lloró varios meses y sufrió al pensar que nunca más vería a su hijo. El Día de los Santos Reyes, el 6 de Enero, Virginia, recibió el regalo más hermoso de su vida: el reencuentro con su hijo. En ese momento a la mujer no le interesaba aclarar la confusión que se había dado, lo importante era que volvía a ver a su hijo.

Otros testimonios refieren prosperidad.

Kenia Gutiérrez (28), originaria de Chinandega recuerda que estuvo esperando casi un año para lograr una oportunidad de empleo en la zona franca; mientras tanto, se la rebuscaba vendiendo mercadería para sobrevivir. No tuvo otra alternativa que irse a Costa Rica, país donde ha trabajado limpiando, lavando platos, y hasta de ayudante de cocina en un restaurante.

Regresó al país en el mes de Diciembre para visitar a su familia y aprovechó para sacar sus papeles, a fin de tramitar su residencia en Costa Rica.

Asegura que allá la vida es muy dura; las cosas son muy caras, principalmente el alquiler de vivienda, la ropa y la comida, y más aún cuando se tiene niños, “pero sabiendo organizarse se puede vivir y ahorrar”.

“La verdad es que a mí no me ha ido mal, no me puedo quejar, trabajo en un restaurante y gano un promedio de 350 Dólares quincenales. Mi sueño es trabajar y ahorrar para construir mi casita” refiere. 

Dela espera a la búsqueda incesante

La espera ha sido muy larga. Las madres de los inmigrantes no se rinden de buscar a sus hijos desaparecidos. Doña Guadalupe Rivas de 59 años, es coordinadora del Comité de Madres de Inmigrantes.

En la caravanahacia México, que emprendieron las madres centroamericanas en el mes de octubre 2012, participaron 12 madres nicaragüense y se logró contactar y repatriar a 4 inmigrantes nicaragüenses, encontrados en aquel país. 

Allí se lograron noticias de Álvaro Rivas de 37 años, hijo de doña Guadalupe, quien fue localizado en México, por la Policía Federal. La mujer cuenta que no ha tenido comunicación con su hijo desde hace 10 años. El la dejó a cargo de sus 5 niños, los que doña Guadalupe mantiene con mucho sacrificio y con el apoyo de sus otros hijos.

Hasta ahora la mujer no se ha comunicado con el hijo, quien supuestamente obtuvo la ciudadanía mexicana y está trabajando.

Migrantes necesitan solidaridad familiar

Doña Guadalupe, explica que el comité trabaja con la Casa del Inmigrante del Servicio Jesuita Chinandega, y con los diferentes consulados y autoridades mexicanas, para contactar a los familiares desaparecidos.

“Este trabajo es duro, nos enteramos que hay muchachas que están en los prostíbulos, que necesitan de ayuda para salir de ahí. Los familiares deben buscar ayuda en la Casa del Inmigrante de Chinandega, aquí nos ayudan a investigar el paradero ellos y ellas. Los padres y familiares deben ayudar a sus familiares desaparecidos” refiere doña Guadalupe. 

Adolescentes víctimas de la migración

Noel Meléndez de 17 años, originario de Chinandega, recuerda que tenía apenas 9 años cuando su mamá tuvo que emigrar a los Estados Unidos; él se quedó con sus dos hermanitos y su papá. “Mi mamá se fue para darnos una mejor oportunidad de vida para mí y mis hermanos” afirma.

El adolescente recuerda que los primeros años fueron muy duros para él; sentía mucho el vacío que dejó su madre; no se podía concentrar en clase y como consecuencia, perdió el primer año de la universidad.

“No me concentraba; además, no tenía a nadie que me dijera que estudiara. Yo no estudiaba; me iba con mis amigos a vagar… Mi mamá me hace mucha falta. Ahora he superado un poco este problema. Volví a la universidad y le estoy poniendo mente a la cosas” refiere.

La Secretaria Departamental del organismo magisterialAnden en León, Bernarda López, señala que existe un alto índice de inmigración de padres de familia, y esto tiene grandes consecuencia en la conducta de los niños y adolescentes.

Explica que, cuando los niños y adolescentes presentan problemas de conducta y bajo rendimiento académico en los centros educativos, se acude a buscar a los padres de familia.

“Nos encontramos que los menores se encuentran en manos de su abuelita, un vecino, o incluso, otro menor está a cargo de sus hermanitos. No hay quien responda por los estudiantes” señala López.

Alejandro Núñez, voluntario de lade la Casa de Atención al Migrante y sus Familiares del servicio Jesuita en Chinandega, manifiesta que la institución abrió sus puertas en aquella ciudad, con una campaña en defensa y protección de los derechos humanos de la población migrante.

Un estudio del Servicio Jesuita, titulado Migración y remesa, realizado por la Casa de Atención al Migrante del Servicio Jesuita Chinandega, señala que éste es el segundo departamento del país mayor expulsor de migrantes y país de tránsito de migrantes que proceden del sur, con la intención de pasar la frontera en su ruta a Estados Unidos.

Núñez explica que abordar el tema de la migración, “es muy complicado. Tiene aspectos positivos y negativos; la migración tiene dos caras”.

Algunos logran sus propósitos, pero la mayoría de los migrantes nicaragüenses se van indocumentados; no saben qué documentos van necesitar en otro país; desconocen sus derechos humanos y los servicios que pueden solicitar en los diferentes consulados; ignoran que deben llevar un documento básico como pasaporte o cédula de identidad. Sus derechos humanos generalmente son violentados, en la mayoría de los casos.

Con el lema Nadie es ilegal, la Casa de Atención al Inmigrante y sus familiares, Servicio Jesuita para Migrante Chinandega, brinda información básica que debe saber todo migrante. También se le da acompañamiento, monitoreo y asesoría jurídica a los migrantes nicaragüenses, y se tiene contacto con los diferentes consulados, para brindar información a los familiares que lo requieran, refiere Núñez. 

Mujeres inmigrantes mantienen hogares

SoraydaSalgado , (39) originaria de la comarca “El Madroño”, ubicada a 18 kilómetros de la ciudad de Malpaisillo, en el occidente del país.Vive en medio de la aridez de la zona. Aquí no existen oportunidades de trabajo para mujeres, ni hombres. Explica que la mayoría de las mujeres de la comarca han tenido que emigrar, para mantener sus hogares.

“En la zona hay unas 700 familias, la mayoría de los y las jefes de hogar han emigrado a Costa Rica, en busca de mejores condiciones de vida, porque aquí se hace difícil mantener a sus familias. No hay trabajo; lo que siembra, no es sufriente para mantener a la familia y darle lo que necesita”, refiere.

La población emigrante de Malpaisillo es una de la más alta del país, con una taza de emigración negativa, mayor de la nación, con menos 2 .11.% . Datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo INIDE en el departamento de León, indican que el 14% de las familias rurales no tiene vivienda propia, y sólo el 27% tiene una vivienda de bloques, concreto, o ladrillo.

Brenda Álvarez Darce, Directora de la Unidad de Planificación y Atención del Poder Ciudadano, manifiesta que más del 50% de la población de LarreynagaMalpaisillo, es rural. Está considerado por el INIDE, como un municipio de mediana pobreza.

Las edades de los emigrantes oscilan entre 20 y 40 años. Grupos importantes de la población económica activa PEA, emigran en busca de mayores oportunidades de vida. Los países donde más emigran son: Costa Rica, El Salvador, Guatemala.

La mayoría de los emigrantes son mujeres, las que sostienen sus hogares, envían remesa dos veces al mes, con lo que se demuestra que dentro y fuera del país, contribuyen grandemente al desarrollo económico social municipal y nacional.

Datos de la Cancillería de Nicaragua en Guatemala, revela que cada semana son deportadas un promedio de 20 a 40 mujeres de origen nicaragüense, entre los 17 y 49 años de edad. También reciben de 5 a 7 migrantes nicaragüenses que pretenden pasar la frontera desde México a Estados Unidos, quienes son estafados por los coyotes. 

OIM ayuda a migrantes explotadas

Leda Díaz, psicóloga de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) manifiesta que desde el 2007 hasta el 2011, han ayudado a unas 75 mujeres de 17 a 35 años de edad; la mayoría ha sido víctima de trata de explotación sexual comercial, y 3 de ellas, de trata de explotación laboral.

El país de destino de las víctimas nicaragüenses es Guatemala, hasta donde las llevan, principalmente a centros nocturnos. Estas mujeres son sacadas del país por puntos ciegos.

Todas las mujeres que han sido captadas, han sido referidas a través del Ministerio de la Familia, Comisaría, la Policía.

En el departamento de Chinandega, la OIM inició un proyecto piloto, cuyo objetivo es capacitar a la comunidad, sobre el tema de trata, y lograr la reinserción laboral en las personas que han sido víctimas.

“El acompañamiento y el tratamiento sicológico hacia las víctimas, es otra de las metas planteadas en este proyecto”, afirma Díaz.

El programa de la OIM, destina un promedio de 2 mil Dólares por persona, para que logre su inserción social y laboral, proceso que dura seis meses, e incluye capacitación para que ellas pongan su propio negocio.

Con este proyecto las jóvenes tienen la oportunidad de aprender belleza, costura y cocina.

“Ya dos de ellas han puesto sus ventas; a una le dieron un microcrédito de mil dólares y a otra de 800; y cuatro jóvenes están en proceso de poner su negocio” señala.

Este mismo proyecto piloto se pretende ejecutar en los municipios fronterizos de Ocotal y Somoto. Consiste en llegar a las comunidades, atender en oficinas móviles. Las víctimas son atendidas con sus familias, ya que no pueden ser retiradas del núcleo familiar; la victima debe ser reinsertada, ayudada y reintegrada a la sociedad, con su familia.

Obreros agrícolas van al Salvador

Por su parte el Cónsul del Salvador en Nicaragua José Humberto Méndez Peña, manifiesta que los nicaragüenses optan emigrar al Salvador por razones económicas y porque es más fácil viajar a este país solamente con su cédula de identidad, a diferencia de otros países que exigen pasaporte y visa.

En el Salvador se da la “emigración de relevo”. Debido a que un gran número de salvadoreños han emigrado a los Estados Unidos, han dejado un espacio de trabajo de relevo, que es ocupado por los nicaragüenses en áreas de recolección de cosecha de cultivos tradicionales, como el algodón y granos básicos en la zona oriental del país, refiere el cónsul. 

El diplomático explica que en el Salvador existe una ley especial de protección y desarrollo de las personas inmigrantes, cuyo propósito es fiscalizar, velar y proteger al inmigrante y su familia. De esta manera se pretende proteger los derechos de estas personas. 

Agrega que, otra razón por lo que nicas ven atractivo emigrar a ese país, es porque ganan un promedio de 12 dólares al día.

El Cónsul señala que un estudio realizado por el Servicio Jesuita para Migrantes indica que un 40 % de los chinandeganos emigra a Costa Rica; el 28 % a Estados Unidos; un 11 % a Guatemala; el 1% a Honduras; un 2.7 % a México; el 1% a Panamá; un 0,7 % a España y el 0.8 % a Canadá. 

Migrantes Nicaragüenses en Costa Rica

De acuerdo a los datos del Censo de la República de Costa Rica de INEC 2010, de los 4 millones 301 mil 712 habitantes, 385 mil 899 son nacidos en el extranjero y de ellos, el 74.6% son ciudadanos nicaragüenses (287,776), reflejando un ligero decrecimiento porcentual con respecto al 2000. Los y las nicaragüenses son el 6.69% del total de población, habitando en Costa Rica.

El 52.8% de la población nicaragüense registrada por el censo es femenina, y el 47% es masculina. Estos porcentajes coinciden con los análisis presentados desde 2004, que daban cuenta de la variación del perfil migratorio y de la feminización de la migración.

A nivel territorial, los nicaragüenses se concentran en San José (36%) y Alajuela (26.33% ; le siguen en orden de importancia Heredia, Limón, Guanacaste, Puntarenas y Cartago. Esta distribución territorial de los y las nicaragüenses en Heredia, Limón y Guanacaste es bastante parecida proporcionalmente a la de la distribución de todos los habitantes de Costa Rica; es superior en Alajuela (casi 5%) y San José (4%), e inferior en Puntarenas (4.5%) y Cartago (6%).

Datos oficiales de la DGME de Costa Rica y Nicaragua

Los “movimientos migratorios” de nicaragüenses registrados por la Dirección General Migración y Extranjería DGME de Costa Rica en los años 2009 y 2010 expresan una tendencia sostenida del flujo de salida de nuestros ciudadanos hacia el vecino país del sur. En el 2009, 427 mil 295 ingresos, en tanto que en 2010, fueron 427 mil 302. No están disponibles en la web, datos del año 2011.

En abril 2012 OIM de Nicaragua indica que el 12 por ciento de la población ha emigrado, proyectando una Tasa de Migración neta (2010-2015): los migrantes -4 / 1,000.

“La migración tiene aspectos que van construyendo un deterioro social, un desarraigo. El abandono de su familia es más dramático cuando se deja a niños y personas de la tercera edad, quienes quedan desprotegidos; tiene un impacto social y económico, porque estos inmigrantes sostienen sus hogares con mucho sacrificio”, señala Alejandro Núñez, voluntario de la Casa de Atención al Inmigrante y sus Familiares, Servicio Jesuita para Migrante Chinandega.

0 comentarios