Cambiar la vida de las mujeres podría cambiar el destino de Nicaragua
Mujeres protagonista del cambio
Elaborado foto y texto ´por: Clarissa Altamirano
Larreynaga Malpaisillo es un municipio del departamento de León, de más de 32 mil habitantes, en un desierto de 888 kms², con 53 comunidades. El poblado fue fundado el 6 de Septiembre de 1936 y elevado a categoría de Municipio, el 11 de Agosto de 1944.
El más joven de los municipios del departamento de León, de vocación agrícola, se encuentra localizado al norte del departamento, y está incorporado al grupo de los municipios del norte de León, en los que se ejecuta un plan estratégico trabaja para reducir la pobreza.
El 51% de la población lo integran las mujeres, protagonista del cambio en su municipio. Gracias a la incorporación de pequeñas iniciativas de producción agrícola y ganadera en sus parcelas y perseverancia, las mujeres han logrado sostener sus hogares, mejorando la calidad de vida de ellas y sus familias.
Estas mujeres han incursionado en la diversificación de huertos, y han incorporado la crianza de borregos pelibuey, rompiendo de esta manera, con los esquemas de producción tradicional agrícola y pecuaria. También fabrican bombas de mecate, silos, regaderas y filtros.
Este municipio limita al Norte: Municipios de El Sauce y Villanueva. al Sur: Municipio de La Paz Centro. al Este: Municipio de El Jicaral. al Oeste: Municipios de León y Telica
A la vista está el Cerro Negro y el Momotombo, y hacia el norte continúa la cadena volcánica: el Telica, el Casitas el Chonco, el San Cristóbal y el Cosigüina.
Malpaisillo al igual que el resto de los 23 municipios de occidente, en los 60, 70 vivieron la época de oro de la producción del algodón, lo que dejo como consecuencia contaminación del suelo con pesticida e insecticidas utilizado para eliminar la plaga del algodón.
Cambios en sus vidas
Una de las productoras protagonista del cambio en Larreynaga Malpaisillo es María Cristina Machado Rivera,de 43 años, miembro de la Cooperativa de Productoras de Malpaisillo, de la comunidad Jorge Barreto Romero.
Afirma que gracias al apoyo del organismo “Centro de Orientación Familiar y Educación Sexual Xochilt-Acalt”, se ha preparado en diferentes áreas de producción, como la crianza de ganado menor (pelibuey y cabras), destace y comercialización; reforestación y elaboración de abono orgánico; creación de huertos familiares; capacitación en género, salud, y participación ciudadana.
“Antes yo vendía mi mano de obra, recolectando el algodón, también trabajé como cocinera, pero desde que vino a Malpaisillo el proyecto Xochilt-Acalt, me he preparado… ahorita estoy estudiando el primer año de Veterinaria en una universidad de León”, afirma.
“Con este proyecto iniciamos en 1992; éramos 7 mujeres de la comunidad La Esperanza. Fue un comienzo muy duro, iniciamos con muchos temores, pues las mujeres estábamos educadas para estar en la casa, para parir y cuidar al marido; la construcción social, nos condena a ese círculo.
Poco a poco hemos salido de la pobreza, porque dejamos de vender nuestra mano de obra e iniciamos a producir en nuestro pequeña finquita” expresa Machado.
“Para mí, esto es un gran logro, es un gran salto, hemos construido nuestro progreso; antes no teníamos nada”, expresa con entusiasmo.
Sueña con más progreso
La productora María Cristina Machado, expresa que “las mujeres siempre estamos soñando con el desarrollo para nuestros hijos y nuestra comunidad, miramos que la atención que brindaba la clínica móvil con la que iniciamos, no daba respuesta a todos nuestros problemas; después, se hizo un diagnóstico que reflejó alto grado de desnutrición en los niños, también se vio la viabilidad de criar pelibuey y cabras para ayudarnos con nuestra alimentación”.
Agrega que a raíz de esa experiencia, vieron la posibilidad de comercializar la carne. Actualmente hay 5 pequeños mataderos en la zona, una vez por semana se destaza, dependiendo de la demanda.
Estas mujeres se han abierto espacio en el mercado de León y Managua, donde abastecen a restaurantes y hogares, a pesar que es una novedad en la dieta.
Así mismo, aprovechan al máximo el cuero de los pelibuey, que al comienzo perdían. Mujeres jóvenes diseñan y confeccionan calzado para niños y adultos, asegura Machado.
Empoderadas
Esta productora explica que un factor importante y determinante es la preparación de las mujeres para empoderarse del cambio, que logran a través de las capacitaciones.
“Si no hubiéramos tenido talleres de Género, Autoestima y Participación Ciudadana no hubiéramos podido luchar contra el machismo que está muy arraigado; una mujer sin capacitación no puede echar adelante un rubro por falta de conocimientos” asegura.
A lo largo de estos 21 años, desde 1992, hemos logrado becas, ahora nuestras hijas estudian, también las mujeres adultas mayores.
“Hemos luchado con los prejuicios de las gentes, que nos decían: para qué van las viejas a estudiar”, la Xochilt-Acalt debería de darles las cajas para enterrarlas”. Pero hemos demostrado que podemos incidir en el cambio de nuestro destino y podemos transformar a nuestra familia y nuestra comunidad”, afirma con orgullo.
La Asociación Xochilt-Acalt, un ONG local, ha apoyado con la compra de terrenos para que algunas mujeres tengan vivienda propia, pero la demanda es muy alta y no se puede dar respuesta a todas.
No son prioridad para la municipalidad
El progreso de estas mujeres que aportan al desarrollo local, debería ir de la mano con el apoyo del gobierno municipal, pero éste las ha dejado solas.
Las mujeres han venido trabajando arduamente para romper esquemas sociales, pero su progreso se hace cada vez más lento y difícil, pues no cuentan con infraestructura para sacar sus cosechas.
La mayoría de los caminos están dañados, no cuenta con viviendas propias, en algunos casos, no hay energía eléctrica en las mayoría de las comunidades; el sistema de agua potable es “pésimo” según un diagnóstico de un organismo internacional, que ha detectado alto índices de cal y contaminación con eses fecales.
Rómulo Rodríguez, Director de Obras Públicas de la Alcaldía de Larreynaga, explica que para este año, aprobaron la ejecución 46 proyectos, en diferentes áreas, con un monto de 11 millones de Córdobas.
Según el funcionario municipal, la prioridad en la ejecución de los proyectos de las comunidades, se hace a través de la demanda de la población.
Datos de INIDE en el departamento de León, el 14% de las familias rurales no tiene vivienda propia y sólo el 27% tiene una vivienda de bloques, concreto o ladrillo.
La demanda de viviendas de la zona es de 800, pero este año sólo se construyeron 20 en el casco urbano, pues no se cuenta con mayor presupuesto.
El Director de Obras Públicas del municipio, señala que son los representantes de las comunidades quienes eligen tres prioridades de sus comunidades para realizar los proyectos. Mientras tanto, las demandas de las mujeres deberán esperar.
Participación ciudadana
La Asociación Xochilt-Acalt ha venido preparando a hombres y mujeres de manera integral; la participación ciudadana, es fundamental para el desarrollo de las comunidades.
Juana Pastora explica que desde hace 13 años, viven un proceso de preparación de líderes y lideresas en 51 comunidades del casco urbano y rural.
“Comenzamos por construir ciudadanía, porque gritar con una pancarta no es hacer participación ciudadana; para construir los roles, los ciudadanos tiene que saber que tienen derechos y deberes y son parte importante en la toma de decisiones en sus comunidades.
Hemos venido trabajando para romper con el asistencialismo y que le den todo resuelto; que los ciudadanos sean parte de su desarrollo.
Se ha pasado por un proceso de formación; hemos creado una escuela de lideresas y líderes donde se forman, pues sin preparación no hay avances.
Hemos venido acompañando procesos y los procesos traen cambio, a lo largo de estos años.
Enseñamos que una persona, o un pequeño grupo de personas no pueden decidir por una comunidad, ellos son tan sólo los representantes, lo que decide son los comunitarios. Se trabajó con la teoría y la práctica.
Nuestro actuar está más enfocado en las comunidades rurales, por las faltas de oportunidades.
En la práctica se ha apoyado en la elaboración de los planes operativos de trabajo, en un proceso de planeación municipal, que fuese hecho con la participación de la población. También con los planes desarrollo estratégico comunitario, construido con la comunidad. Esto marca la diferencia con los planes coyunturales que terminan, cuando concluye el programa.
Mujeres emigrantes mantiene hogares
Brenda Alvarez Darce, Directora de la Unidad de Planificación y Atención del Poder Ciudadano, manifiesta que más del 50% de la población de Larreynaga Malpaisillo, es rural. Está considerado por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo INIDE como un municipio de mediana pobreza.
La población emigrante de Malpaisillo es una de la más alta del país, con una taza de emigración negativa, mayor de la nación con menos 2 .11.% .
Las edades de los emigrantes oscilan entre 20 y 40 años, grupos importantes de la población económica activa PEA, emigran en busca de mayores oportunidades de vida. Los países donde emigran son: Costa Rica, El Salvador y Guatemala.
La mayoría de los emigrantes son mujeres, las que sostienen sus hogares, envían remesa dos veces al mes, con lo que se demuestra que dentro y fuera del país, contribuyen grandemente al desarrollo económico social municipal y nacional refiere Darce.
Experiencia Exitosa de Mujeres disminuyen la Pobreza
La experiencia exitosa de las mujeres organizadas de 53 comunidades rurales del municipio Larreynaga Malpaisillo, ha logrado superar la pobreza, que se vive en la zona. Sorayda Mercedes Salgado nativa de la comarca “El Madroño”, ubicada a 18 kilómetros de la ciudad, es una de las más de mil mujeres productoras ejemplares. Vive en medio de la aridez propia de la zona cubierta de piedras del rio “El Madroño”, cuyo caudal aumenta peligrosamente en el invierno. Sorayda ha transformado su finca en verde; ha diversificado su parcela cultivando hortalizas y árboles frutales, complementándola con crianza de ganado, cabras y pelibuey. Nos cuenta que en el proyecto Xochilt Acalt, hace 18 años le dieron un par de cabros, los que debió pagar con un par de crías en 2 años; después le dieron un par de ovejas, a pagar de igual manera; y luego las vacas, las cuales pagó con un par de crías, en 5 años.
“Para mí esto es de gran ayuda, yo lo he aprovechado mucho, antes no tenía nada, ahora además de tener cabras, ovejas, y vacas, tengo mi huerto familiar y trabajo en la agricultura con el apoyo de Xochilt , nos ha ayudado en todo, desde capacitaciones, nos da semillas, nos enseñó a hacer abono orgánico”.
Agrega que también las ha ayudado económicamente. “Gracias a ese apoyo he podido darle estudios a mis 3 hijos” explica.
El ONG Xochilt Acalt le compra a mejor precio los animales, para distribuirlos entre las productoras.
Sorayda señala “Yo he vendido a la Xochilt pelibuey a 50 dólares; si es pequeño lo podemos vender a 300 o 400 córdobas; el que mejor lo paga, es el que va a destace”. Durante 18 años de organización en el proyecto Xochilt Acalt, se ha preparado como promotora en sanidad animal y técnica agropecuaria, y tiene a su cargo a las productoras de “El Madroño”. Cada 3 meses supervisa lo que tienen cultivado en el huerto; cuántas cabras, ovejas, vacas y aves vendieron y cuántas se comieron, para verificar la rentabilidad de la finca.
Bernarda Rosalba Chévez Brenes, también de “El Madroño”, igual que sus vecinas, cría vacas, ovejas y pelibuey. Nos cuenta que ella fue una de las más de 100 productoras beneficiadas con la construcción total de su casa.
“ Para mí es una buena experiencia estar con la Xochilt, me construyeron mi casa, yo solo tenía mi terreno, ahora tengo mi casa”.
Mujeres Protagonista del Cambio
Las mujeres del municipio de Malpaisillo, en el departamento de León, han logrado incluir a su dieta lo que producen, incorporando carne de pelibuey y cabra, rompiendo de esta manera con la tradición del consumo de carne de res, pollo y cerdo. Así han logrado disminuir la desnutrición que sufrían los niños de la zona.
María Cristina Machado Rivera, de la Cooperativa de Mujeres Productora de Malpaisillo, explica que la carne de cabra y pelibuey tiene más nutrientes y menos grasa, que la carne de res o de cerdo.
María Cristina, técnica en salud animal y estudiante de veterinaria, cuenta que al inicio no sabían qué hacer con tanta producción de cabros y pelibuey, ya que estos animales se reproducen con mayor rapidez a diferencia del ganado, pues en el año están produciendo hasta 8 a 10 crías.
“ Al ver tantos animales comenzamos a destazarlos y le dábamos a las personas a degustar, comenzamos poco a poco, hasta que logramos que la gente la consumiera; ahora cada 8 días, se destaza” refiere Machado.
Agrega que han logrado abrirse mercado en la comercialización de esta carne, en León y Managua, donde entregan a domicilio y a los restaurantes.
La carne de cabra y pelibuey se vende a bajo costo con relación a la otra carne, el hueso, el hígado, y la cecina se vende a 10 Córdobas la libra; el frito de hueso vale 25, y el frito de posta a 50 Córdobas
Con esta carne se puede hacer diferentes platillos como: tacos, bistec, brochetas, carne desmenuzada, carne asada, y sopa, lo más importante es tener todo los ingredientes
“Nosotras utilizamos solamente ajo, pimienta, y chicoria (culantro); se deja marinando de un día para otro.
Al inicio se perdían todos los menudos y el cuero, porque no sabíamos cómo procesar el cuero; ahora, hemos aprendido a optimizar el cuero. Hay un grupo de jóvenes que se dedica a confeccionar y comercializar el calzado de niños y adultos”.
Machado manifiesta, que uno de los objetivos es llenar el vacío nutricional que existe en las 53 comunidades, porque de nada serviría que se venda esta carne tan rica en nutrientes fuera del municipio y no se logre consumir en la zona.
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